El café crece en todo el mundo, mayoritariamente en las áreas comprendidas entre los trópicos de Cáncer y Capricornio.
El cafeto, el arbusto del que procede el café, proporciona una cosecha al año. Sin embargo, ésta no coincide en los diferentes países. En Brasil tiene lugar de junio a julio; en Centroamérica, entre octubre y diciembre; en Asia, de enero a junio; y en el Este de África, entre marzo y abril.
El café es el segundo bien de consumo mundial, sólo superado por el petróleo.
Nuestros hábitos a la hora de tomar café son diferentes a los de otros países europeos. Por ejemplo, en España solemos tomarlo de mayor intensidad y con cafeína, lo preferimos con leche y azúcar y tomamos entre 1 y 2 tazas al día. En el norte de Europa, lo prefieren menos intenso, solo y toman entre 3 y 6 tazas diarias.
Una vez usado, el café molido puede servir como exfoliante para la piel (añadiendo aceite de almendras o
coco, y algún aromatizante como canela) o incluso, como abono para las plantas.
El café llega a Europa por primera vez en 1630, a Venecia, de la mano de los turcos. Desde ahí se abrió paso rápidamente por el Viejo Continente.
En un principio, el café era un producto sólo al alcance de los más ricos, pero con el tiempo se convirtió en un producto muy popular al alcance de todos.
El cafeto, el arbusto del que procede el café, proporciona una cosecha al año. Sin embargo, ésta no coincide en los diferentes países. En Brasil tiene lugar de junio a julio; en Centroamérica, entre octubre y diciembre; en Asia, de enero a junio; y en el Este de África, entre marzo y abril.
El café es el segundo bien de consumo mundial, sólo superado por el petróleo.
Nuestros hábitos a la hora de tomar café son diferentes a los de otros países europeos. Por ejemplo, en España solemos tomarlo de mayor intensidad y con cafeína, lo preferimos con leche y azúcar y tomamos entre 1 y 2 tazas al día. En el norte de Europa, lo prefieren menos intenso, solo y toman entre 3 y 6 tazas diarias.
Una vez usado, el café molido puede servir como exfoliante para la piel (añadiendo aceite de almendras o
coco, y algún aromatizante como canela) o incluso, como abono para las plantas.
El café llega a Europa por primera vez en 1630, a Venecia, de la mano de los turcos. Desde ahí se abrió paso rápidamente por el Viejo Continente.
En un principio, el café era un producto sólo al alcance de los más ricos, pero con el tiempo se convirtió en un producto muy popular al alcance de todos.
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