viernes, 28 de septiembre de 2012

Curso rápido de cata de café


 Convertirse en un experto catador es una tarea que conlleva un tiempo. Pero adquirir unos conocimientos básicos útiles para la degustación del café puede ser más rápido de lo que crees ;). Y es que como todo en esta vida, sólo requiere de un poco de práctica y ganas de pasarlo bien.


Lo primero que conviene saber es que existen dos variedades de café:


  • robusta: de sabor fuerte y mayor contenido de cafeína.

  • arábica: de aroma delicado, sabor ácido y afrutado, y menor contenido en cafeína.
Y que según su tratamiento, puede ser:

  • café verde: antes de ser tostado.

  • natural: tras un tueste lento y natural, se obtiene un café de aroma denso y profundo, con sabor suave y equilibrado.

  • torrefacto: tostado con azúcar, se obtiene un grano de color muy oscuro y un sabor más fuerte y amargo.

  • mezcla: se obtiene de la mezcla de tueste natural y tueste torrefacto. El resultado es un cuerpo denso, con aroma envolvente y sabor intenso y pleno.

  • descafeinado: al café verde se le elimina la cafeína y luego se tuesta. Puede ser natural o mezcla.



Diferenciar las virtudes de un café es más sencillo de lo que pueda parecer. Teniendo en cuenta algunos aspectos como el aroma, la acidez, el cuerpo, el sabor o el retrogusto, podemos comparar diferentes granos de café y determinar su calidad.


Aroma:
Antes de saborear el café, es importante prestar atención a su
aroma. Y es que gracias al sentido del olfato podemos ayudar al
paladar a identificar matices y, por lo tanto, ganar en variedad.

Acidez:
Es una característica asociada al café y que le proporciona viveza
(no se debe confundir con amargura). Se puede notar en la
sequedad que produce en los bordes de la lengua.

Cuerpo:
Tiene que ver con la densidad y la textura de la bebida, y varía de
ligero a intenso. Está relacionado con los aceites y sustancias que
se extraen durante el tratamiento del grano.

Sabor:
Reúne la impresión general de aroma, acidez y cuerpo. La suma
de estos factores hace que un café sea más o menos agradable.
De hecho, un buen café reúne riqueza (plenitud satisfactoria),
gama (concentración de diferentes notas), complejidad (de las
propias notas distintivas) y balance (de tal modo que ningún
aspecto sobresalga entre los demás).

Retrogusto:
Describe la sensación inmediata al trago. Hay cafés que “cambian”
de modo sorprendente al final. Por ejemplo, un matiz seco puede
endulzarse o una nota picante puede acabar en dulce.

Características de los cafés por procedencia:

  • Brasil: buen cuerpo, sabor suave y dulce.
  • Sumatra: cuerpo muy fuerte, notas picantes, acidez baja.
  • Indonesia: cuerpo pesado, rico aroma, sabor dulce, baja acidez.
  • Etiopía: leve, de rico e intenso aroma.
  • Kenia: complejo, equilibrado, con notas cítricas.
  • Costa Rica: equilibrado, textura seca y sabor afrutado.
  • Colombia: vivaz, de aroma fuerte y toque amargo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario