La cafetera napolitana está presente en el 60% de los hogares en España según datos del Coffee Brand Tracker de 2011 realizado por Insight Consulting. Para una buena parte de los consumidores de café molido y grano, el mundo de la cafetera italiana o napolitana aporta al consumidor un ritual envuelto de emociones que les hace sentir orgullosos de su cafetera.
Y es que, a los amantes del café, nos gusta el ritual que conlleva: llenar la napolitana con agua, dosificar el café y allanarlo en el embudo, enroscar la cafetera, ponerla en la fuente de calor y esperar a oír ese ruido tan característico que nos indica que el café está subiendo, a la vez que un rico olor lo invade todo. Después, basta con servirse una taza (o varias, según la ocasión y de quién estemos acompañados) y disfrutar de ese momento.
Desde siempre, hemos asociado este tipo de cafetera al disfrute: ya sea por el aroma que todo lo embriaga, el sabor de un café o las conversaciones que se generan en la mesa en torno a una cafetera napolitana.
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